Audición para Emmeline Vance

Siempre me intrigaron algunos personajes de esta generación sobre los que no se habló demasiado (léase Emmeline Vance, Marlene McKinnon, etc). Además, la información que dan en este foro sobre ella me gusta mucho. Su relación con Gideon Prewett es, en cierto modo, tierna. Y en cuanto a Peter Pettigrew, aunque no me gusta, siempre quise ver su lado más humano. Creo que con Emmeline podría hacerlo. Es una relación que se podría explotar mucho. Y la personalidad de ella presta para gran variedad de tramas. También el PB me gusta mucho, Lucy Hale le pega bastante.

{Tenía un poco de miedo. Aunque un poco sería quedarme corta. Cada vez que salía de una de las reuniones de la Orden, quedaba con un sabor amargo en la boca y un enorme nudo en el estómago. Y pensar que me había metido allí solo para acercarme a Gideon. Qué tonta había sido. Esto era mucho más importante que intentar estar junto a él. Y eso que no había nada que me gustara más en el mundo que pasar tiempo con mi gemelo preferido. Pero ahora me daba cuenta de la amplitud del asunto. Era necesario que hubiera gente luchando por la causa. De ningún modo podíamos permitir que Quien-no-debe-ser-nombrado se alzara con el poder.

Era una de las pocas veces de las que salía sola del cuartel. Pero no había podido quedarme más tiempo. Si quería conseguir un trabajo en el Ministerio, uno bueno, necesitaría esforzarme. No había salido de Hogwarts con honores quedándome de brazos cruzados. Comencé a pensar en los tiempos difíciles que se nos venían encima. Estaba convencida de que se necesitaría gente como nosotros si queríamos salir de esta. Quien-no-debe-ser-nombrado poco a poco iba ganando más y más poder. No tardaría mucho hasta que nos encontremos con un muerto frente a nuestras narices. Desaparecidos ya había de sobra.

Aligeré el paso. Estaba anocheciendo y no era seguro estar en la calle a esas horas. Aunque, pensándolo bien, dudaba que algo me pasara a mí. Después de todo, mi sangre era tan pura como la de los Malfoy y por el momento no había nada que me conectara estrechamente con la Orden. Exceptuando a mis amigos, claro estaba. No era de mucha ayuda que fueran tan poco prevenidos. ¡Deberían luchar en las sombras hasta que se desate todo! Me preguntaba por qué tenían que ser tan impulsivos. Me preocupaban, estaba convencida de que a Gideon lo tenían en la mira por traidor a la sangre y Peter, aunque más discreto, iba para todos lados con Sirius y James, que de sutiles no tenían ni un pelo.

Faltaba poco para llegar a la entrada del Ministerio. Por algún motivo, no me gustaba mucho aparecerme o ir por Red Flu, aunque sabía que era lo más práctico. Sin embargo, comencé a plantearme el comenzar a utilizar tales métodos. Eran notablemente más seguros. Pensándolo bien, lo eran pero solo en cierto modo. Yo no era ninguna tonta y me daba cuenta de que era bastante probable que hubiera infiltrados en el Ministerio.

Suspiré relajada cuando llegué a la cabina telefónica. Entré y marqué los dígitos 6-2-4-4-2. La voz femenina no tardó en hacerse escuchar y en cuestión de segundos me encontré en el amplísimo Atrio. Miré el reloj de mi muñeca y maldije entre dientes. Se me había hecho tarde. Apuré el paso y entré en uno de los ascensores. Mi padre me echaría una bronca de aquellas por la tardanza.}